humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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sábado, 26 de octubre de 2013

LA NOBLEZA DE TODOS LOS TRABAJOS


Carta nº 88
Marzo de 1918


LA NOBLEZA DE TODOS LOS
TRABAJOS

Una señora muy entusiasmada por la belleza, grandiosidad y satisfactorias enseñanzas Rosacruces deplora el destino que la ha reducido a una cocina, a un fregadero, al cuidado de los hijos y a la monotonía del cuidado de la casa, y dice que si tuviera la ocasión para predicar el evangelio que encuentra en estas doctrinas recientemente descubierto por ella, iría por el mundo para dárselo a conocer a todas las almas que a
millares lo buscan y ansían.
Todo esto sería muy conveniente para ella y esos millares de personas, pero mientras tanto, ¿ qué sería de esos tiernos niños privados de los cuidados de su madre? Debemos
no olvidar nunca el. punto importante de que todos aquellos que fueron llamados a trabajar en la viña del Maestro estaban desocupados en el mercado del mundo. No
tenían lazos embarazosos que les impidieran de trabajar todo el día en la viña, y nadie que no esté libre de obligaciones primordiales puede comprometerse a trabajar por los
demás. Si aspiramos a tal clase de trabajo para enseñar a nuestros semejantes, se nos abrirá el camino algún día, pero para ello es preciso que seamos fieles a nuestros
deberes actuales.
En cuanto a la palabra "humilde" que ella emplea para indicar los quehaceres domésticos, es desgraciadamente muy generalmente usada. El maestro dice también que
el repetir todos los días las mismas lecciones a sus niños es monótono y pesado, la madre dice que los quehaceres domésticos son rutinarios, el jefe de la familia, el padre,
llama a su profesión del mismo modo y así por igual toda la sociedad. Cada uno piensa que si se pudieran cambiar por fulano o mengano o por esta o la otra clase de trabajo su
ocupación, la vida cambiaría inmediatamente en una alegría y bendición completas.
Esto es vivir en una completa ilusión a irrealidad.
"El hombre que es nacido de mujer es de una duración de pocos días y éstos llenos de molestias." No importa dónde esté colocado, hay solo un medio para mejorar, un
camino para vencer, y éste es el de adoptar una actitud mental, justa y recta.
Un gran motor de gas marchando a una gran velocidad puede desafiar a una armada de hombres robustos para que lo detengan, pero una simple mota de carbón depositada en
el punto de la chispa o un tornillo pequeño que funcione flojo, pueden rápidamente hacerlo parar o perder potencia. Así, pues, un poco de hollín, que nosotros despectivamente llamamos suciedad, puede, bajo determinadas circunstancias, hacer
mucho más que muchos hombres. Por lo tanto, no debemos tener la extravagancia de ensalzar a unos como héroes y despreciar a otros por humildes. Hay almas tan nobles
que están remendando medias, como las que se sientan en sillas presidenciales.
Todo depende en el amor que cada uno ponga en el desempeño de su cometido.
Pero cuántos hay que realmente quieran decir monotonía al decir de algunos trabajos que son humildes? Todo el trabajo es más o menos rutinario y la constante realización
de los mismos oficios se hace a menudo monótona. Hay una razón muy buena por la cual nuestra fase actual de desarrollo incluye este principio de rutina. Nos estamos
preparando ahora para hacer frente a la Edad Acuaria con sus desarrollos intelectuales y espirituales grandiosos. Esto requiere un despertar del aletargado cuerpo vital, cuya
nota-clave es la de repetición. La rutina de nuestra ocupación diaria proporciona este despertar y sí nos rebelamos, entonces se hace monótona y retarda nuestro progreso.
Pero, por el contrario, si nosotros amalgamamos nuestras tareas con amor, entonces adelantaremos muchísimo en nuestra evolución y cosecharemos el premio de nuestro
contento.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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lunes, 7 de octubre de 2013

LA NECESIDAD DE PONER EN ACCIÓN NUESTRA INTELIGENCIA


CARTA Nº 87
Febrero de 1918


LA NECESIDAD DE PONER EN ACCIÓN
NUESTRA INTELIGENCIA

Cristo nos exhortó a que dejáramos que brillara nuestra luz y en la parábola de los talentos Él indicó el que a quien mucho se le dé, mucho se le ha de exigir, y que cada uno, no importa cuan poco haya recibido, se espera que lo ponga a rédito, que arroje su pan a las aguas para que pueda volver a él después de muchos días largamente aumentado. Ahora estamos acercándonos al principio de un nuevo año. Hemos recibido las
inapreciables enseñanzas Rosacruces. Por lo tanto, se requiere de nosotros que pongamos este conocimiento en algún use con el fin de ayudar a aquellos de nuestros semejantes, quienes no han recibido aún una solución al problema de su vida y están buscando la verdad.
Nosotros, con muy buen acuerdo, no gustamos de las personas endiosadas que tienen una idea exagerada de sus propias capacidades y que abruman a los demás hasta el fastidio con sus discursos indeseables. Pero los estudiantes de la Fraternidad Rosacruz parece que adolecen del temperamento y enfermedad opuestos lo cual es tan malo. El menosprecio propio, la timidez y la falta de confianza propia invalidan nuestra habilidad
y nuestro talento, produciendo su atrofia, justamente como pasa con los ojos de los animales que han dejado la luz solar para meterse en cuevas y no salir de ellas, o como la mano que se mantiene inactiva al lado durante años perdiendo su fuerza para moverse. Nuestros talentos se atrofian si no se usan. Seremos responsables, además, por acumulación de conocimientos y retraerlos de aquellos que los están buscando,
como el sirviente de la parábola que enterró su talento en lugar de emplearlo para que pudiera dar de sí algún
fruto.
Nosotros hemos sostenido siempre que en materia de creencias no se debe forzar la atención de otras personas, pero hay millares de coyunturas todos los años en las que podemos decir una palabra calculada para traer el efecto de que se nos haga alguna pregunta acerca de nuestra filosofía por parte de algún amigo que nos haya escuchado. Es perfectamente legitimo el dirigir y platicar a las personas mientras tanto estén
interesadas. Pablo exhortaba a sus prosélitos el que se prepararan con un estudio del Evangelio y si nosotros
seguimos tal regla preparándonos para contestar inteligentemente a las preguntas que se nos hagan, veremos
que las personas quedan interesadas en lo que podemos y tenemos para enseñarlas.
Por esta época los hombres están interesados intensamente en la vida después de la muerte; pero para contestar debidamente sus preguntas debemos poseer un conocimiento suficiente de las enseñanzas Rosacruces infiltradas en lo más profundo de nuestro ser y las debemos dominar de tal manera que no haya
vacilaciones ni titubeos al emitirlas. Un poco de conocimiento es muy peligroso en materias de religión y de filosofía, también como de las otras cosas. Debemos poseer lo bastante y de la clase legítima para poder penetrar con ello en el campo de propaganda de los demás. Pero esto no es nada difícil. Aunque es muy interesante a instructivo para los estudiantes de las enseñanzas Rosacruces que están muy interesados en
ellas y poseen un gran conocimiento de la filosofía al pasar adelante con los misterios de los periodos y
evoluciones, épocas y razas, días y noches cósmicas, etc., todo lo que es necesario para confortar al hombre ignorante de estas doctrinas es un conocimiento total y profundo de las leyes de Consecuencia y del Renacimiento en la forma que se han dado en nuestra literatura. Estos son los principios vitales que les
conciernen más a ellos. Estas leyes son la carne de la nuez de las enseñanzas Rosacruces. Si nosotros podemos dar una conferencia de ellas a una persona que se halle desesperada, ya sea por haber perdido a un ser cercano y querido o porque le parece que el mundo se le va a caer encima y que no podrá hallar un lugar para ella en él, que no encuentra una salida en el callejón en que se halla metida, podremos solventar sus
problemas de una manera razonable y lógica indicándole como la ley del Renacimiento, unida a la ley de Consecuencia, está trabajando constantemente por el. bien de la humanidad y el modo en el que ella puede recoger todo el bien que ansíe amoldándose a trabajar en armonía con estas dos grandes leyes. De este modo le habremos hecho un señalado servicio y desarrollado al mismo tiempo nuestra propia alma.
Asimismo me permitiría sugerir que se formaran clases en los diferentes centros de estudios para analizar todo lo que se ha dicho en nuestra literatura acerca de la actuación de estas leyes bienhechoras, para que de este modo los estudiantes puedan adaptarse a sí mismos para rendir un importante servicio a su comunidad, ayudando a las gentes a solucionar los problemas de la vida, que son tan desconcertantes para la gran
mayoría.
Yo confío que esta sugestión pueda serles de mucho beneficio durante el. año venidero.

del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel

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