humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

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miércoles, 29 de febrero de 2012

LA ÉPOCA POLAR


CAPÍTULO XII 

 EVOLUCIÓN DE LA TIERRA


LA ÉPOCA POLAR


Mientras el material que ahora forma la Tierra era todavía parte del Sol, se encontraba, por supuesto, en estado ígneo, ardiente; pero como el fuego no quema el espíritu, la evolución humana comenzó en seguida, estando confinada especialmente a la Región Polar del Sol.

Los seres más desarrollados, que debían convertirse en hombres, fueron los primeros en aparecer. Las substancias que ahora componen la Tierra estaban en fusión y la atmósfera era gaseosa. Sin embargo, el hombre recapituló su estado mineral nuevamente.

De esa sustancia sutil, química, del Sol, construyó el hombre su primer cuerpo mineral, ayudado por los Señores de la Forma. Si se objetara que el hombre no puede construir nada inconscientemente, el caso de maternidad puede servir de respuesta. ¿Está la madre consciente de la construcción el cuerpo del niño en su seno? Y, sin embargo, nadie se atrevería a decir que no interviene en ella. La única diferencia es que la madre construye el cuerpo para el niño inconscientemente, mientras que el hombre lo construía para sí mismo.

El primer cuerpo denso del hombre no se parecía ni remotamente a su actual vehículo tan espléndidamente organizado. Tal perfección ha sido conseguida al cabo de miríadas de años. El primer cuerpo denso era un objeto enorme y pesado con una abertura en la parte superior por el que salía o se proyectaba un órgano. Era una especie de órgano de orientación y dirección. En el transcurso del tiempo el cuerpo denso y el órgano se unieron más estrechamente, y éste se condensó un tanto. Si se acercaba demasiado a sitios de mayor calor que el que podía soportar, se dilataba. Con el tiempo, el órgano se fue haciendo sensitivo hasta el punto que señalaba el peligro, y entonces el cuerpo denso se movía automáticamente a un lugar más seguro.


Este órgano ha degenerado ahora en lo que se llama glándula pineal. Algunas veces se le llama el "tercer ojo"; pero éste es un error, porque nunca fue un ojo, sino más bien el órgano en el que estaba localizada la percepción del calor y del frío, facultad que actualmente está distribuida por todo el cuerpo. Durante la Época Polar, dicho sentido estaba localizado en esa forma, así como la visión lo está actualmente en los ojos y el del oído en el órgano del mismo nombre. La extensión del sentido perceptivo (de sensación) desde aquel tiempo, indica la manera como el cuerpo denso total se desarrolla. Y llegará un tiempo también en el que cualquier parte del cuerpo podrá percibir todas las cosas. Los sentidos de la vista y del oído se extenderán a todo el cuerpo, como lo está actualmente el tacto. El hombre será entonces todo ojos y oídos. Los sentidos especializados indican limitación. La percepción sensorial de todo el cuerpo, en comparación, será una perfección. 


En los primeros grados, de los que estamos hablando ahora, había una especie de propagación. Aquellas inmensas y abotagadas criaturas se dividían por la mitad, de modo muy semejante a la división de las células, por escisión, pero las porciones separadas no crecían, permaneciendo cada mitad tan grande como la forma original.

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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martes, 28 de febrero de 2012

NACIMIENTO DE LOS PLANETAS




NACIMIENTO DE LOS PLANETAS

Para que el hombre pudiera expresarse en el Mundo Físico denso, era necesario desarrollar un cuerpo denso apropiado. En un mundo como éste, su cuerpo debe tener piernas, órganos diversos y un sistema muscular que le permita moverse, así como un cerebro que dirija y coordine sus movimientos. Si las condiciones hubieran sido diferentes, el cuerpo se hubiera modificado en armonía con ellas.

Es necesario, para todos los seres, elevados o inferiores en la escala de la existencia, el poseer vehículos para expresarse en cualquier mundo en el que deseen hacerlo. Hasta los siete Espíritus ante el Trono deben poseer esos apropiados vehículos, que, por supuesto, son diferentes para cada uno de ellos. Colectivamente, Ellos son Dioses y forman la Trinidad Suprema, manifestándose ésta de diferentes maneras a través de cada uno de aquellos.

No existe contradicción alguna en atribuir diferentes números a Dios. No pecamos contra la "unidad" de la luz por el hecho de que distingamos los tres colores primarios en los que se divide aquella. La luz blanca del Sol contiene los siete colores del espectro. Los ocultistas distinguen hasta doce colores, habiendo cinco entre el rojo y el violeta- marchando en una dirección alrededor del círculo-, además del rojo, anaranjado, amarillo, verde, etc., del espectro visible. Cuatro de esos colores son indescriptibles, pero el quinto - el que está en medio de esos cinco - es parecido en su tinte al de una flor de melocotonero recién abierta. En realidad, es del color del cuerpo vital. Los clarividentes que tratan de describirlo como "gris azulado" o "gris-rojizo" están tratando de describir un color que no tiene equivalente alguno en el Mundo Físico y se ven obligados, en consecuencia, a emplear los términos más aproximados que les proporciona nuestro lenguaje.

Quizás el color mejor que otra cosa cualquiera nos permita concebir la unidad de Dios con los siete Espíritus delante del Trono. Véase por lo tanto, el diagrama 11.

Vemos en él un triángulo blanco rodeado de un fondo negro. El blanco es sintético, conteniendo todos los colores en sí mismo, así como Dios contiene dentro de Sí Mismo todas las cosas de nuestro Sistema Solar.

Dentro del triángulo hay tres círculos: azul, rojo y amarillo, respectivamente. Todos los demás colores son simples combinaciones de esos tres colores primarios. Esos círculos corresponden a los tres aspectos de Dios, que no tienen principio y que terminan en Dios. si bien sólo se exteriorizan durante la manifestación activa.

Cuando se entremezclan esos tres colores, según se ve en el diagrama, aparecen cuatro colores adicionales, los tres colores secundarios - siendo cada uno la mezcla de dos colores primarios- y un color (índigo) que contiene toda la gama de colores, formando en total los siete colores del espectro. Esos colores representan los siete Espíritus que están ante el Trono. Los colores son diferentes, como lo son también los Siete Espíritus, y tiene cada uno una misión diferente en el Reino de Dios: nuestro Sistema Solar.

Los Siete Planetas que giran en torno del Sol son los cuerpos densos de los Siete Genios Planetarios. Sus nombres son: Urano, con un satélite; Saturno, con ocho lunas; Júpiter, con cuatro lunas; Marte, con dos lunas; la Tierra con su Luna; Venus y Mercurio.

Los cuerpos son siempre apropiados para el propósito que tiene que servir, y de ahí que los cuerpos densos de los Siete Espíritus Planetarios sean esféricos, siendo esa forma la que se adapta mejor a la enorme velocidad con la que viajan en el espacio. La Tierra , por ejemplo, viaja a una razón de 66.000 millas (106.194 kilómetros) por hora en su órbita.

El cuerpo humano tuvo en el pasado diferente forma de la que tiene actualmente, y también distinta de la que tendrá en el futuro. Durante la involución era, aproximadamente esférico, como lo es todavía durante la vida antenatal, porque su desarrollo intrauterino es una recapitulación de los pasados estados evolutivos. En ese estado organismo se desarrolla como esfera, porque durante la involución las energías del hombre eran dirigidas hacia adentro, para la construcción de sus propios vehículos, así como el embrión se desarrolla dentro de la esfera del útero.

Los cuerpos denso y vital del hombre se han hecho rectos; pero sus vehículos superiores retienen todavía su forma ovoide. En el cuerpo denso del cerebro director y coordinador está situado en una extremidad. Esa es la posición menos favorable para tal órgano. Se precisa demasiado tiempo para que los impulsos de una extremidad a otra - de la cabeza a los pies o viceversa - lleguen al cerebro. En caso de quemaduras, la ciencia ha demostrado que se pierde mucho tiempo, quedando el cutis afectado antes de que que el mensaje pueda llegar a la parte afectada hasta el cerebro y volver de nuevo.

Esta imperfección quedaría disminuida grandemente si el cerebro estuviera en el centro del cuerpo. Las sensaciones y sus respuestas correspondientes podrían recibirse y transmitirse mucho más rápidamente. En los planetas esféricos, el Espíritu Planetario dirige los movimientos de su vehículo desde el centro. El hombre futuro se redondeará nuevamente, como se ve en el diagrama 12. Se convertirá en una esfera, lo que le proporcionará muchas facilidades para moverse en todas direcciones y, por supuesto, para combinar movimientos simultáneos.

El Concepto Rosacruz del Cosmos afirma que existe una evolución ulterior en reserva para los planetas.

Cuando los seres de un planeta han evolucionado hasta un
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Diagrama 12: Forma Corporal del Hombre
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grado suficiente, el planeta se convierte en un Sol- el centro fijo de un Sistema Solar - Cuando los seres que en el se encuentran han evolucionado en mayor grado aún, y, por consiguiente, cuando ha llegado aquél (el Sol), a alcanzar el máximum de esplendor, se transforma en un Zodiaco, convirtiéndose, por así decirlo, en matriz de un nuevo Sistema Solar.

En esa forma, las grandes huestes de Seres Divinos que, hasta entonces, estaban confinadas en el Sol, adquieran libertad de acción sobre un número mayor de estrellas, desde las cuales pueden afectar de diversas maneras al sistema que está dentro de su propia esfera de influencia. Los planetas o mundos que llevan humanidad, dentro del Zodiaco, están sufriendo constantemente la acción de esas fuerzas, pero en varias maneras, de acuerdo con el estado que hayan alcanzado en su evolución.

Nuestro Sol no pudo convertirse en un Sol hasta que arrojó de sí a todos los seres que no estaban suficientemente evolucionados como para soportar el elevado grado de vibración y la gran luminosidad de los seres que estaban calificados para aquella evolución. Todos los demás seres que se encuentran sobre los diversos planetas habrían sido consumados si se hubieran quedado en el Sol.

Este Sol visible, aunque es el campo de evolución de seres muy por encima del hombre, no es, sin embargo, de ninguna manera, el Padre de los otros Planetas, como lo supone la ciencia. Al contrario, él mismo es una emanación del Sol Central, que es la fuente invisible de todo lo que es nuestro Sistema Solar. Nuestro Sol visible no es sino un espejo en el que se reflejan los rayos de energías del Sol Espiritual. El Sol real es tan invisible como el hombre real.
Urano fue el primer planeta arrojado de la nebulosa cuando comenzó su diferenciación en el Caos, al alborear el Período terrestre. No había luz alguna, excepto la luz confusa del Zodiaco. La vida que partió con Urano sigue más bien un camino hacia atrás, y se dice que evoluciona, pero muy lentamente.

Saturno fue el planeta que se expulsó después. Es el campo de evolución para la vida que está en el estado de evolución correspondiente al Período de Saturno. Este planeta se diferenció antes de la ignición de la nebulosa y (como todas las nebulosas que pasan a través del Período de Saturno evolutivo) no era fuente de luz sino únicamente un reflector.

Poco después se diferenció Júpiter, cuando la nebulosa estaba ya en ignición. El calor de Júpiter no es tan grande como el del Sol, Venus o Mercurio; pero, debido a su inmenso volumen, puede retener su calor, y, por lo tanto, es un campo de evolución muy conveniente para seres muy desarrollados. Corresponde al estado que alcanzará la Tierra en el Período de Júpiter.

Marte es un misterio y solamente pueden darse muy ligeras informaciones sobre él. Podemos decir, sin embargo, que la vida de Marte es de una naturaleza muy atrasada, y que los llamados "canales" no son excavaciones de la superficie del planeta. Son corrientes semejantes a las que pasaban sobre el planeta nuestro en la época Atlante, y los residuos de ellas pueden observarse en las Auroras Boreales y Australes. El cambio de los canales marcianos observados por los astrónomos queda así explicado. Si fueran realmente canales, no podrían de ningún modo estar cambiando, pero si pueden derivar las corrientes que emanan de los polos de Marte.

La Tierra, incluyendo a la Luna, fue arrojada después desde el Sol; por último, Venus y Mercurio. A estos y a Marte nos referiremos más tarde al tratar de la evolución del hombre sobre la Tierra, y no necesitan mayores consideraciones por el momento.

Cuando un planeta tiene Lunas, indica que hay algunos seres en la oleada de vida que están evolucionando en ese planeta, que están demasiado rezagados para continuar en la evolución de la oleada de vida principal, y han tenido que ser arrojados del planeta para evitar que estorben el progreso de los adelantados o precursores. Y tal es el caso con los seres que habitan nuestra Luna. En el caso de Júpiter, se supone probable que los habitantes de tres de sus cuatro Lunas podrán eventualmente reunirse a la evolución de su planeta padre; pero se cree seguro que la cuarta Luna es una octava esfera, análoga a nuestra propia Luna, en la que la retrogradación y la desintegración de los vehículos ya adquiridos son debidas a la demasiada adherencia a la existencia material por parte de los mismos seres evolucionantes que se han llevado a sí mismos a tan deplorable fin.

Neptuno y sus satélites no pertenecen propiamente a nuestro Sistema Solar. Los demás planetas - o mejor dicho, sus Espíritus - ejercen influencia sobre toda la humanidad; pero la influencia de Neptuno está restringida a una clase especial: los astrólogos. El autor, por ejemplo, ha sentido varias veces su influencia de manera muy marcada.

Cuando los rezagados que han estado evolucionando desterrados en alguna Luna han alcanzado su puesto correspondiente, y han vuelto al planeta paterno, o cuando una retrogradación continuada ha causado la completa desintegración de sus vehículos, la Luna abandonada comienza también a disolverse. El impulso inicial del elemento espiritual que la lanzó a una órbita fija por milenios también después de haber sido abandonada, y desde el punto de vista físico o material, puede parecer aún un satélite del planeta que rodea. No obstante, según transcurra el tiempo y la fuerza de atracción ejercida por el planeta padre disminuya, su órbita se ensanchrá hasta alcanzar el límite del sistema solar. Entonces estalla en el espacio interplanetario y se disuelve en el Caos. La expulsión de tales mundos , que son semejantes a la escoria, es análoga a la manera en que un cuerpo extraño y duro introducido en el sistema humano, se escurre y sale a través de los músculos hacia la piel. Los asteroides ilustran este punto. Son fragmentos de Lunas que un día rodearon a Venus y Mercurio. Los seres confinados un día sobre ellos son conocidos esotéricamente con los nombres de "Señores de Venus" y "Señores de Mercurio", y han alcanzado su perdido desarrollo en su mayor parte por el servicio efectuado con la humanidad, como después será relatado, y ahora se hallan salvos en su planeta progenitor, mientras que las Lunas que ellos habitaron provisionalmente han sido desintegradas parcialmente y se hallan ya fuera de la órbita de la Tierra. Hay otras lunas aparentes en nuestro sistema; pero el Concepto Rosacruz del Cosmos no las tiene en cuenta, por hallarse más allá del campo de la evolución.

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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sábado, 25 de febrero de 2012

CAOS



CAPÍTULO XI - 

GÉNESIS Y EVOLUCIÓN DE NUESTRO SISTEMA SOLAR


CAOS


En las páginas anteriores no hemos dicho nada sobre nuestro Sistema Solar y sobre los diferentes planetas que lo componen, porque hasta que se llegó al Período Terrestre no se hizo la diferenciación actual. El Período Terrestre es el pináculo de la diversificación, y aunque solo hemos hablado de una sola clase de espíritus virginales - aquellos que en sentido más estricto y limitado están relacionados con la evolución terrestre - existen en realidad siete "Rayos" o corrientes de vida; todas éstas prosiguen diferentes evoluciones , si bien perteneciendo a la clase original de espíritus virginales a la que también pertenece nuestra humanidad.

En los períodos anteriores, todas esas diferentes subclases o Rayos encontraron un ambiente apropiado para su evolución en el mismo planeta. Pero en el Período Terrestre las condiciones eran tales que, con objeto de facilitar a cada clase el grado de calor y de vibración necesarios a su fase particular de evolución, fueron segregados en varios planetas, a diferentes distancias del Sol: el manantial central de la Vida. Esta es la razón de ser de nuestro Sistema y de todos los demás Sistemas Solares del Universo.

Antes de proceder a describir la evolución de nuestra humanidad en el Período Terrestre, después de su separación del Sol Central, es necesario, para mantener el debido orden, explicar la causa que produjo o arrojó los planetas de nuestro Sistema en el espacio.

La manifestación activa - particularmente en el Mundo Físico - depende de la separatividad, de la limitación de la vida por la forma. Pero durante el intervalo entre Períodos y Revoluciones, cesa la distinción entre la vida y la forma. Esto se aplica no solamente al hombre y a los reinos inferiores, sino también a los Mundos y Globos que son las bases de la forma para la vida evolucionante. Unicamente subsisten los átomos simientes y el núcleo o centro de los Globos o Mundos; todo lo demás es una substancia homogenea. No hay más que un solo espíritu compenetrando todo el Espacio. La Vida y la forma, sus polos positivo y negativo son uno.

Este estado es lo que la mitología griega llamó "Caos". La antigua mitología escandinava y teutónica lo llama "Ginnungagap", que estaba limitado por el norte con el frío y nebuloso "Niflheim" - la tierra de la humedad y de la neblina -, y por el sus por el ardiente "Muspelheim". Cuando el calor y el frío penetraron en el espacio que ocupaba el Caos o Ginnungagap, produjeron la cristalización del Universo visible.

La Biblia también emite esa idea del espacio infinito como predecesora de la actividad del Espíritu.

En nuestros tiempos presentes de materialismo, hemos perdido desgraciadamente la idea de todo lo que está detrás de esa palabra: Espacio. Nos hemos acostumbrado a hablar del espacio "vacío" o de la "gran nada" del espacio, y hemos perdido completamente el inmenso y santo significado de aquella palabra y, en consecuencia, somos incapaces de la reverencia que esa idea de Espacio y Caos debiera inspirar en nuestros pechos.

Para los rosacruces, lo mismo que para cualquiera otra escuela oculta, no existe nada semejante a eso del "vacío" o la nada del espacio. Para ellos , el espacio es Espíritu en su forma atenuada, mientras que la materia es espacio cristalizado o Espíritu. El espíritu manifestado es dual; lo que vemos como forma es la manifestación negativa del Espíritu, cristalizado e inerte. El polo positivo del Espíritu se manifiesta como Vida, galvanizando la forma negativa y llevándola a la acción; pero ambos, la Vida y la Forma, son originarios del Espíritu, del Espacio, del Caos.

Para darnos una idea tomemos de la vida diaria, como aclaración, el ejemplo de la incubación de un huevo. El huevo está lleno con un fluido moderadamente viscoso. Este fluido está sujeto al calor, y de esa substancia fluídica, blanda, al incubarse, sale un pollo, con sus huesos duros y su carne relativamente dura también, cubierto de plumitas duras hasta cierto punto.

Y si un pollo vivo puede surgir de un fluido inerte, de un huevo, sin que se le agregue la menor substancia exterior, ¿ es absurdo pretender que el universo es Espacio cristalizado o Espíritu? No hay duda alguna de que esta afirmación parecerá absurda a muchas personas; pero, por otra parte, esta obra no ha sido escrita para convencer al mundo en general de que esas cosas son. Ha sido escrita para aquellos que instintivamente sienten que esas cosas deben ser así y para ayudarles a ver la luz en ese Gran Misterio del Mundo, que el autor le ha sido permito mirar, El objeto especial por el momento es demostrar que el Espíritu es activo en todo el tiempo, en una forma durante la manifestación y en otra durante el Caos.

La ciencia moderna se sonreirá ante la idea de que la vida pudiera existir sobre un globo en formación. Esto es debido a que la ciencia no puede concebir la Forma, salvo sólida y tangible, conocible por alguno de nuestros cinco sentidos.
El ocultista , de acuerdo con las definiciones dadas sobre la Vida y la Forma, sostiene que la Vida puede existir independientemente de la Forma Concreta; pueden existir Formas no perceptibles a nuestros actuales sentidos limitados, independientes de las leyes que rigen el estado actual, concreto, de la materia.

Es cierto que la Teoría Nebular sostiene que toda existencia (es decir, todas las formas, mundos del espacio y cualquier cosa que pueda haber en ellos) ha surgido de la nebulosa ígnea, pero no reconoce el hecho ulterior sostenido por la ciencia oculta: que la nebulosa ígnea es Espíritu. Y tampoco reconoce que toda la atmósfera que nos rodea, que el espacio interplanetario, es Espíritu, y que existe un intercambio constante en todo momento: la Forma disolviéndose en Espacio y el Espacio cristalizándose en Forma.

El Caos no es un estado que haya existido en el pasado y que ahora haya desaparecido completamente. El es todo cuanto nos rodea actualmente. Si no existiera, esas formas viejas - que han prestado ya toda su utilidad - y que están resolviéndose constantemente en ese Caos, el que, a su vez está dando nacimiento a nuevas formas constantemente, no podría haber progreso alguno; la obra de la evolución cesaría y el estancamiento impediría toda posibilidad de desarrollo.

Es axiomático que "cuanto más a menudo morimos, tanto mejor vivimos". El Poeta-Iniciado, Goethe, dijo:

Who has not this
Ever dying and bringing to birth,
Will aye remain a sorry guest
Upon this dismal earth(1)
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1 Traducción:
Quien no ha experimentado esto
De morir y nacer a la vida sin interrupción,
Siempre será un huésped sombrío 
sobre este valle de lágrimas terrestre.

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Y San Pablo dijo: "Yo muero diariamente".

Por lo tanto, como estudiantes de ciencia oculta, es necesario comprender que aun durante la manifestación activa, el Caos es la base de todo progreso. Nuestra vida durante el Caos esta basada sobre nuestra vida en la manifestación activa, y viceversa, esto es, que lo que somos capaces de realizar y de progresar durante la manifestación activa es el resultado de la existencia en el Caos. El intervalo entre los Períodos y Revoluciones es, en realidad, mucho más importante para el crecimiento del alma que la existencia concreta, si bien esta última es la base de la primera, y, por lo tanto, no podemos pasarnos sin ella. La importancia del intervalo Caótico, reside en el hecho de que durante ese período, las entidades evolucionantes de todas clases están tan estrechamente unidas, que en realidad son Una; en consecuencia, las que tienen poco desarrollo durante la manifestación están en estrecho contacto con los seres más altamente desarrollados, y de esta manera experimentan y se benefician de una vibración superior a la suya propia. Eso les permite sobrevivir y asimilar sus pasadas experiencias de una manera imposible cuando estaban limitados por la forma.

Ya vimos el beneficio que reporta al espíritu del hombre el intervalo entre la muerte y el nuevo nacimiento. Allí existe todavía la forma, si bien mucho más atenuada que la del cuerpo denso; pero en la Noche Cósmica y en los intervalos de reposo entre Períodos y Revoluciones, en los que hay entera liberación de toda forma, el beneficio resultante de todas las experiencias pasadas puede asimilarse más eficazmente.

Tenemos una palabra que originalmente se empleó para expresar la idea del estado de las cosas entre manifestaciones. Esta palabra , sin embargo, ha sido tan usada en sentido material que ha perdido su significado primitivo. Dicha palabra es Gas.

Podrá creerse que ésta es una palabra muy antigua, y que casi siempre se ha empleado como sinónimo de un estado de materia más ligero que los líquidos. Pero este no es el caso. Esa palabra fue empleada por primera vez en "Física", obra aparecida en 1633, escrita por Comenius, un rosacruz.
Comenius no se denominaba a sí mismo un rosacruz; ningún verdadero hermano lo hace públicamente. 
Unicamente los rosacruces conocen al hermano Rosacruz. Ni aún los más íntimos amigos o familia conocen la relación de un hombre con la Orden. Unicamente los Iniciados conocen a los escritores del pasado que fueron rosacruces, porque siempre a través de sus obras brillan las inconfundibles palabras, frases y signos indicativos del profundo significado que permanecía oculto para los no iniciados. La Fraternidad Rosacruz está compuesta por estudiantes de las enseñanzas de la Orden, que se están dando ahora públicamente, debido a que la inteligencia del mundo está desarrollándose hasta un punto necesario para su comprensión. Esta obra es uno de los primeros fragmentos de los conocimientos rosacruces que se dan públicamente. Todo cuanto se ha impreso como tal, antes de unos cuantos años pasados ha sido la obra de charlatanes o de traidores.

Los rosacruces tales como Paracelso, Comenius, Bacon, Hellmond y otros, han dado vislumbres en sus obras y han influido en otros. La gran controversia sobre las obras de Shakespeare (que ha hecho ensuciar tantas plumas de ganso y gastar tanta tinta que hubiera sido mejor empleada con otros propósitos) nunca se hubiera producido si se supiera que la similaridad entre Shakespeare y Bacon es debida a que ambos estaban influidos por el mismo Iniciado, quien influyó también sobre Jacobo Boheme y sobre un pastor de Ingolstadt, Jacobo Baldus, quien vivió después de morir el Bardo de Avon y escribió versos líricos en latín. Si el primer poema de Jacobo Baldus se lee con cierta clave, se encontrará que leyendo las lineas de abajo arriba aparecerá la siguiente sentencia: "Anteriormente hablé al otro lado del mar por medio del drama; ahora me expresaré líricamente".

En su "Física", Comenius, el rosacruz, escribió "Ad huc spiritum incognitum Gas voco", esto es: "A este espíritu desconocido yo lo llamo Gas". Más adelante dice en la misma obra: "Ese vapor

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Diagrama 11: Los 1, 3, 7 y 10 Aspectos de Dios y del Hombre
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que yo he llamado Gas no hace mucho tiempo que ha sido sacado del Caos de que hablaban los antiguos".
Debemos aprender a pensar en el Caos como si fuera Espíritu de Dios, que compenetra todo el infinito; y según la máxima oculta, se verá entonces con su verdadera luz que "el Caos es el semillero del Cosmos", y ya no volveremos a admirarnos de que "se pueda sacar algo de la nada. 
Mantiene en si mismo los gérmenes de todo cuanto existe durante una manifestación física, si bien, no completamente todo; porque del maridaje del Caos con el Cosmos se produce cada vez algo nuevo que no existía antes; algo que anteriormente no se veía, que estaba latente. El nombre de ese algo es Genio; la causa de la Epigénesis.

En todos los reinos aparece. Es la expresión del espíritu progresivo del hombre, del animal, de la planta. El Caos es, por lo tanto, un nombre santo; un nombre que significa la causa de todo lo que vemos en la naturaleza e inspira un sentimiento de devoción a todo ocultista probado , desarrollado, sincero. El contempla el mundo visible de los sentidos como una revelación de las potencialidades ocultas del Caos.

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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