humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

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Max Heindel

Departamento de Curacion de The Rosicrucian Fellowship

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Cristo Salvador

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viernes, 30 de marzo de 2012

JEHOVÁ Y SU MISIÓN





JEHOVÁ Y SU MISIÓN

Ha habido muchas discusiones eruditas respecto a la discrepancia (y especialmente de sus autores) entre la historia de la creación del primer capítulo y lo que se dice en el cuarto versículo del segundo capítulo. Se afirma que los dos relatos han sido escritos por diferentes hombres, porque el Ser o Seres, cuyo nombre han traducido los traductores por "Dios" en el primer y segundo capítulos de la versión inglesa, se denominan, en el texto hebreo, Elohim en el primer capítulo y "Jehová" en el segundo. Se arguye al efecto que el mismo narrador no hubiera nombrado a Dios de dos maneras distintas.

Si hubiera querido significar a Dios en ambos casos, no lo habría hecho, pero el autor no era monoteísta. Sabía algo mucho mejor que pensar en Dios como un simple Superior del hombre, empleando el cielo como trono y la tierra como escabel. Cuando habla de Jehová quiere indicar al Guía a cuyo cargo estuvo la parte especial del trabajo de la Creación que entonces se describe. Jehová era y es, uno de los Elohim. El era y es el Guía de los Angeles que fueron la humanidad de la Luna y él es el Regente de nuestra Luna actual. Remitimos al lector al diagrama 14 para que comprenda fácilmente la posición y constitución de Jehová.

Como Regente de nuestra Luna, El tiene a su cargo a los Seres degenerados y malignos que hay allí, y también dirige a los Angeles. Con El están también algunos Arcángeles que fueron la humanidad del Período Solar. Estos son denominados los "Espíritus de las Razas".

El trabajo a cargo de Jehová es el de construir cuerpos o formas concretas, por medio de las fuerzas lunares cristalizantes y endurecidas. Por lo tanto, El es el dador de los niños, y los Angeles son sus mensajeros en esta obra. Los fisiólogos saben muy bien que la Luna está relacionada con la gestación; o por lo menos han observado que dirige y gobierna los períodos de vida intrauterina y otras funciones fisiológicas.

Los Arcángeles, como Espíritus y Guías de una Raza, se sabe que luchan por o contra algún pueblo, conforme las exigencias de la evolución de esa raza lo requieren. En el libro de Daniel, X: 20, un Arcángel, hablando con Daniel, dice: "Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia; y cuando yo me haya ido, ved que el príncipe de Grecia vendrá".

El Arcángel Miguel es el Espíritu de la Raza Judía (Daniel XII: I), pero Jehová no es el Dios de los judíos solamente; El es el Autor de todas las religiones de las Razas que conducen al cristianismo. Sin embargo, es cierto que se tomó un interés especial por los progenitores de los actuales judíos degenerados: Los Semitas originales, la "simiente de raza" para las siete razas de la Época Aria. Jehová tiene especial cuidado, por supuesto, por cualquier "simiente de raza", en la que inculca las facultades embrionarias de la humanidad de una nueva época. Por esa razón estuvo muy relacionado con los semitas originales. Estos eran su "pueblo elegido", elegido para ser la simiente de una nueva raza que debía heredar la "Tierra Prometida"; no la simple e insignificante Palestina, sino toda la Tierra, tal como es actualmente.

El no los guió fuera de Egipto. Esa historia la originaron sus descendientes y es un relato confuso de su jornada hacia el Este, a través de las inundaciones y desastres que acabaron con la sumergida Atlántida, hasta el Desierto (el de Gobi del Asia Central), para esperar allí los cabalísticos cuarenta años antes de entrar en la Tierra Prometida. Hay un doble y peculiar significado en esa palabra "Prometida" con relación a esto. Se llamó la "Tierra Prometida" porque, como no existía en aquel entonces tierra apropiada para ser ocupada por los hombres, el pueblo elegido fue llevado al Desierto. Parte de la Tierra había sido sumergida por las inundaciones y otras partes cambiadas por las erupciones volcánicas de manera que fue necesario esperar durante un período de tiempo hasta que la nueva Tierra estuviera en condiciones de convertirse en posesión de la raza aria.

Los semitas originales fueron aislados y se les prohibió casarse con otras tribus o pueblos; pero era un pueblo testarudo y terco, que se dejaba guiar casi exclusivamente por el deseo y la astucia, y, por lo tanto, desobedecieron la orden. Su Biblia habla de que los hijos de Dios se casaron con las hijas de los hombres: Los compatriotas de grado inferior de la Atlántida. Frustraron, pues, así los designios de Jehová y fueron expulsados, siendo el fruto de tales cruzamientos completamente inútil como simiente de la nueva raza.

Los nacidos de esos cruzamientos fueron los primogénitores de los judíos del presente, que ahora hablan de "tribus perdidas". Saben que algunos de los componentes del número original, les abandonaron y se fueron a otra parte, pero no saben que éstos fueron precisamente los que quedaron fieles. La historia de las diez tribus perdidas es una fábula. La mayoría de ellos perecieron, pero los fieles sobrevivieron y de ese remanente fiel descienden las actuales razas arias.La ciencia oculta conviene, con los que dicen que eso es una mera mutilación de las escrituras originales de la Biblia. Muchas partes de ella se asegura que son completamente invenciones y no se hace la menor tentativa para probar su autenticidad como conjunto, en la forma en que actualmente la poseemos. Nuestro esfuerzo actual es una simple tentativa para exhumar algunos pedazos de verdad oculta de esa masa de malentendidos e interpretaciones incorrectas bajo las cuales han sido enterradas, por los diversos traductores y revisores.
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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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jueves, 29 de marzo de 2012

EL PERIODO TERRESTRE





EL PERIODO TERRESTRE

El Período Terrestre está descrito a continuación. Pero antes de hacer su descripción, debemos, sin embargo, tratar de las recapitulaciones. Los versículos citados, así como las descripciones hechas, también corresponden a los períodos recapitulatorios. Así que lo que dice del Período de Saturno describe también la condición del Sistema cuando emerge de cualquiera de los períodos de reposo. Las descripciones de los Períodos de Saturno, Solar y Lunar, corresponderían, por lo tanto, a las tres primeras revoluciones de nuestro presente Período Terrestre y lo siguiente correspondería a las condiciones de la Tierra en nuestra actual revolución.

En el versículo noveno leemos: "Y Elohim dijo: Sepárense las aguas de la tierra seca... y Elohim llamó a la tierra seca Tierra". Esto se refiere a la primera solidificación firme. El calor y la humedad habían engendrado el cuerpo sólido de nuestro globo actual.

La Epoca Polar: El versículo noveno que describe el Período terrestre en su cuarta Revolución (en la que comenzó el verdadero trabajo del Período Terrestre), también describe la formación del reino mineral y la recapitulación del hombre en su estado mineral en la Epoca Polar. Cada Epoca es también una recapitulación del estado anterior. Así como hay recapitulaciones de Globos, Revoluciones y Períodos, así también hay en cada Globo recapitulaciones de todo lo hecho. Estas recapitulaciones no tienen fin. Hay siempre espirales dentro de espirales: En el átomo, en el Globo, en todas las otras fases de la evolución.

Por complicado y confuso que esto pueda parecer, no es en realidad difícil de comprender. Hay un método ordenado que todo lo rige y a su debido tiempo uno es capaz de percibirlo y seguir la obra de aquél como la lanzadera que pasa a través de la trama. La analogía es una de las mejores ayudas para comprender la evolución.

La Epoca Hiperbórea queda descrita en los versículos 11 al 19, como el trabajo efectuado en el cuarto día. Se dice aquí que Elohim creó el reino vegetal, el Sol, la Luna y las estrellas.

La Biblia concuerda con la ciencia moderna al decir que las plantas siguieron a los minerales. La diferencia entre ambas enseñanzas está en el tiempo en que la Tierra fue arrojada de la masa central. La ciencia afirma que fue expulsada antes de la formación de la costra sólida, que pudiera llamarse mineral o vegetal. Si con esto entendemos los minerales y las plantas como los que tenemos hoy día, entonces aquella afirmación es correcta. No había substancia material densa, pero, sin embargo, la primera incrustación o solidificación que tuvo lugar en el Sol, era mineral. El narrador de la Biblia indica solamente los incidentes principales. No se dice que la costra sólida se fundiera cuando fue arrojada de la masa central como un anillo, ni que rompiéndose ése, después se unieran sus pedazos. En un cuerpo tan pequeño como nuestra Tierra, el tiempo requerido para cristalizarse fue comparativamente corto, y por lo tanto esa historia no lo menciona así, como tampoco relata el hecho subsidiario de la disolución que se produjo nuevamente cuando la Luna fue arrojada por la Tierra. Probablemente se hizo así razonando que todo aquél que está intitulado para la enseñanza oculta, debía estar ya en posesión de los detalles menores como los mencionados.

Las plantas de la incrustación (solidificación) de la masa ígnea central eran etéreas y, en consecuencia, el proceso de fundición no las destruyó. Así como las líneas de fuerzas en las que se cristaliza el hielo están presentes en el agua, así también cuando la Tierra se cristalizó, esas plantas etéricas estaban presentes en ella. Eran los moldes en torno de los cuales se agrupó el material necesario para formar los cuerpos vegetales de la actualidad y también los del pasado, que se encuentran enterrados en los estratos geológicos de nuestro globo terrestre.

Estas formas vegetales etéricas fueron ayudadas en su formación cuando el calor vino de fuera, después de separarse la Tierra del Sol y de la Luna. Ese calor les proporcionó la fuerza necesaria para agrupar en torno suyo una substancia más densa.

La Epoca Lemúrica queda descrita en la obra del día quinto. Como esta Epoca es la tercera, es en cierto sentido una recapitulación del Período Lunar, y en la narración bíblica encontramos descritas las condiciones que existieron en el Período Lunar: Agua, neblina ardiente y las primeras tentativas de movimiento de respiración vital.

Los versículo 20 y 21 dicen que "Elohim dijo: Que las aguas tengan cosas respirantes... y aves...; y Elohim formó los grandes anfibios y todas las cosas respirantes, de acuerdo con sus especies, y todas las aves con alas".

Esto también concuerda con las enseñanzas de la ciencia material de que los anfibios precedían a las aves.

Invitamos a los estudiantes a notar particularmente que las cosas que fueron formadas no eran Vida. No se dice que se creó la Vida, sino "cosas" que respiraban o inhalaban vida... La palabra hebrea para aquello que se inhala es nephesh, y debe notarse cuidadosamente, porque la encontraremos más tarde bajo un nuevo ropaje.

La Epoca Atlante queda descrita por el trabajo efectuado el día sexto. En el versículo 24 se menciona la creación de los mamíferos y vuelve a notarse nuevamente allí la palabra nephesh, explicando que los mamíferos "inhalaban vida". "Elohim dijo: Que la Tierra produzca cosas que respiren vida... mamíferos...", y en el versículo 27 "Elohim formó al hombre a su semejanza", es decir, les hicieron macho y hembra; como ellos (los Elohim).

La historia bíblica ha omitido aquí los estados humanos de asexualidad y hermafroditismo y llega a los dos sexos separados, tal como ahora los conocemos. Y no podía ser de otra manera, está describiendo la Epoca Atlante y en el tiempo en que se alcanzó, porque en este estado de evolución ya no había hombres asexuales ni hermafroditas, habiendo tenido lugar la diferenciación de los sexos antes, en la Epoca Lemúrica. Lo que después se convirtió en hombre, apenas se podía llamarlo hombre en sus primeros grados de desenvolvimiento, porque difería escasamente de los animales. Por lo tanto, la Biblia no violenta los hechos cuando afirma que el hombre fue formado en la Epoca Atlante.

En el versículo 28 (de todas las versiones) encontramos un pequeño prefijo, con un gran significado: "Elohim dijo: Fructificad y RE-llenad la Tierra". Esto muestra claramente que el escriba que lo escribió, conocía perfectamente las enseñanzas ocultas sobre la oleada de vida que había evolucionado aquí, en el Globo D, del Período Terrestre, en las revoluciones anteriores.

La Epoca Aria corresponde al séptimo día de la Creación, cuando los Elohim descansaron de su trabajo como Creadores y Guías, y la humanidad quedó a su propio cuidado.

Así termina la historia de la manera en que se produjeron las formas. En el capítulo siguiente se cuenta la historia desde un punto de vista que trata algo más del aspecto de la Vida de la creación.
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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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martes, 27 de marzo de 2012

EL PERIODO LUNAR





EL PERIODO LUNAR

El Período Lunar es descrito en el sexto versículo como sigue: "Y los Elohim dijeron: Haya una expansión (traducido "Firmamento" en otras versiones) en las aguas, para que el agua se divida del agua". Esto describe exactamente las condiciones del Período Lunar cuando el calor de la masa ígnea brillante y el frío del espacio exterior formaron una cubierta de agua en torno del centro radiante. El contacto del fuego con el agua generó el vapor, que es agua en expansión, como lo describe el versículo. Era diferente del agua relativamente fría, que constantemente gravitaba hacia el centro ígneo, ardiente, para reemplazar el vapor que surgía. Por lo tanto había una circulación constante del agua en suspensión, y también una expansión, como el vapor, que surgía hacia afuera, formando una neblina ardiente que se condensaba al ponerse en contacto con el espacio externo, volviendo nuevamente al centro para volverse a calentar y realizar otro nuevo ciclo. Así que había dos clases de agua y una división entre ellas, como lo describe la Biblia. El agua más densa estaba más próxima al centro incandescente; el agua en expansión o vapor estaba fuera.

Esto también concuerda con la teoría científica de los tiempos modernos. Primero calor obscuro; después nebulosa brillantísima; por último, humedad externa y calor interno; y finalmente, solidificación.

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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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sábado, 24 de marzo de 2012

EL PERIODO SOLAR





EL PERIODO SOLAR

El Período Solar está bien descrito también en el tercer versículo que dice: "Y los Elohim dijeron: Hágase la luz; y la luz fue hecha". Este pasaje se ha prestado a muchas burlas, lo más ridículamente absurdas. Se ha hecho la siguiente pregunta: ¿Cómo pudo haber luz en la Tierra cuando el Sol no fue creado hasta el cuarto día? El narrador de la Biblia no está hablando de la Tierra solamente. Está hablando de la "masa ígnea" central, de la que se formaron los planetas de nuestro sistema, incluso la Tierra. Así que cuando la nebulosa alcanzó el estado de fuego brillante y luminoso, como en el Período Solar, no había la menor necesidad de una iluminación externa: La luz estaba dentro.


En el cuarto versículo se lee: "Los Elohim separaron la luz de la obscuridad".
Necesariamente, porque el espacio exterior era obscuro, distinguiéndose de la brillantísima nebulosa que existió en el Período Solar.
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del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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viernes, 23 de marzo de 2012

EL PERIODO DE SATURNO




EL PERIODO DE SATURNO

Habiendo visto, pues, que el principio de nuestro sistema y la obra de las Jerarquías creadoras, tal como lo describe la ciencia oculta, armoniza con las enseñanzas de la Biblia, examinaremos ahora las enseñanzas de la Biblia sobre los diferentes "Días de la Creación" y veremos cómo concuerdan con las enseñanzas ocultistas relativas a los Períodos de Saturno, Solar y Lunar; las tres y media revoluciones del Período Terrestre, y las Epocas Polar, Hiperbórea, Lemúrica y Atlante, que han precedido a la presente Epoca Aria.

Naturalmente, no puede darse una descripción detallada en pocas líneas como en el primer capítulo del Génesis, pero los puntos principales están en orden sucesivo allí, muy semejante a una fórmula algebraica de la Creación.

En el segundo versículo dice: "La Tierra era vasta y deshabitada, y la obscuridad era sobre la faz del abismo y los Espíritus de los Elohim flotaban sobre el abismo". Al principio de la manifestación, lo que actualmente es la Tierra, estaba en el Período de Saturno, exactamente en la condición descrita, como puede verse apelando a la descripción ya dada sobre ese Período. No era "vacía e informe", como dice la versión del Rey Jaime. Era caliente, y por lo tanto bien definida y separada del abismo del espacio, que era frío. Es cierto que era obscura, pero podía ser obscura y al mismo tiempo caliente, porque el calor "obscuro" precede necesariamente al calor brillante y visible. Sobre esa Tierra obscura del Período de Saturno flotaban las Jerarquías creadoras. Obraron sobre ella desde afuera y la moldearon. Y la Biblia, refiriéndose a ellas, las llama los "Espíritus de los Elohim".

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de libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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jueves, 22 de marzo de 2012

LAS JERARQUÍAS CREADORAS





LAS JERARQUÍAS CREADORAS

La segunda interpretación de la primera sentencia también nos da una idea completa de Dios cuando habla de la doble energía", indicando las fases positiva y negativa del Espíritu Uno de Dios en manifestación. De acuerdo con las enseñanzas de la ciencia oculta, se representa a Dios como un Ser compuesto. Esto se acentúa aún más en los siguientes versículos del capítulo.

Además de las jerarquías creadoras que trabajaron voluntariamente en nuestra evolución, hay otras siete que pertenecen a nuestra evolución y cooperan con Dios en la formación del universo. En el primer capítulo del Génesis se llama a esas jerarquías "Elohim". Ese nombre significa una hueste de Seres dobles o bisexuales. La primera parte del nombre es Eloh, que es un nombre femenino, indicando la letra "h", el género. Si se hubiera querido indicar un Ser femenino se hubiera empleado la palabra Eloh. El femenino plural es "oth", así que si se hubiera querido indicar cierto número de Dioses de género femenino, la palabra correcta hubiera sido "Eloth". En vez de cualquiera de esas dos formas nos encontramos, sin embargo, con el plural masculino que termina con "im" añadido al nombre femenino "Eloh", indicando una hueste masculino-femenina, bisexual, de Seres, expresiones de la energía creadora dual, positivo-negativa.

Se alude nuevamente a la pluralidad de Creadores en la última parte del capítulo, cuando se atribuyen las siguientes palabras a los Elohim: "Hagamos al hombre a nuestra imagen", después de lo cual se dice incosncientemente: "El los hizo varón y hembra".

Los traductores han interpretado la enigmática palabra "Elohim" (que decididamente no sólo era una palabra en plural, sino también un nombre masculino-femenino) como si fuera equivalente de la palabra en singular, neutra, "Dios". ¿Podían aquéllos haber traducido en otra forma aun cuando hubieran sabido? Les estaba prohibido perturbar las ideas ya existentes. No era la verdad a todo precio, sino la paz a todo precio lo que deseaba el Rey Jaime, siendo su único anhelo evitar toda controversia que pudiera crear perturbaciones en su reino.

El plural "ellos" se usa también cuando se menciona la creación del hombre, indicando claramente que la referencia es a la creación de ADM, la humana especie, y no a Adam, el individuo.

Hemos ya indicado que seis jerarquías creadoras (además de los Señores de la Llama, los Querubines, Serafines, y las dos Jerarquías sin nombre que ya han pasado a la liberación) estaban en actividad ayudando a los espíritus virginales, que forman una séptima Jerarquía por sí mismos.

Los Querubines y Serafines no tienen nada que ver con la creación de la Forma; en consecuencia, no se mencionan en el capítulo que estamos considerando, que trata especialmente del aspecto Forma de la Creación. Vemos aquí que sólo se mencionan las siete Jerarquías creadoras que hicieron el trabajo efectivo de llevar al hombre donde pudiera adquirir una forma física densa, por medio de la cual pudiera trabajar el espíritu interno.

Después de describir cada parte del trabajo de la creación, se dice: "y Elohim vio que era bueno". Esto se dice siete veces, la última vez en el sexto día, cuando ha sido creada la forma humana.

Se indica después que en el séptimo día "Elohim descansó". Esto está completamente de acuerdo con nuestras enseñanzas ocultas sobre la parte que cada jerarquía efectuó en el trabajo de la evolución hasta el Período actual. También se dice que en la Epoca actual los Dioses y las Jerarquías creadoras se han retirado de toda participación activa, para que el hombre pueda trabajar por su propia salvación, dejando la dirección o guía necesaria de la humanidad ordinaria en manos de los "Hermanos Mayores", que son ahora los mediadores entre el hombre y los Dioses.
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del libro Concepto Rosacruz del Cosos de Max Heindel

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