humana compasión y amor

”el
propósito de la vida no es felicidad sino experiencia"…


Ningún hombre ama a Dios si aborrece a sus semejantes,
Quien pisotea el corazón o el alma de su hermano;
Quien busca encadenar, nublar o ensombrecer la mente
Con miedos del infierno, no ha percibido nuestra meta.
Dios nos envió todas las religiones benditas
Y Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida,
Para dar descanso al de pesada carga
Y paz para el dolor, el pecado y la lucha.
Contemplad al Espíritu Universal que ha llegado
A todas las iglesias, no a una solamente;
En la mañana de Pentecostés una lengua de fuego
Rodeando a cada apóstol como un halo brilló.
Desde entonces como buitres famélicos y voraces,
Hemos combatido a menudo por un nombre sin sentido,
Y buscado dogmas, edictos o credos,
Para enviarnos los unos a los otros a la hoguera.
¿Está Cristo dividido entonces? ¿Fue Pedro o Pablo,
Para salvar al mundo, clavado al madero?
Si no, ¿por qué, entonces, tales divisiones?
El amor de Cristo abarca tanto a vosotros como a mí.
Su puro dulcísimo amor no está confinado
Por credos que segregan y levantan una muralla.
Su amor envuelve y abraza a toda la humanidad,
No importa lo que nosotros nos llamemos de Él.
Entonces, ¿por qué no aceptar Su palabra?
¿Por qué sostenemos credos que nos separan?
Sólo una cosa importa ser oída;
Que el amor fraterno llene todos los corazones.
Sólo hay una cosa que el mundo necesita saber,
Sólo hay un bálsamo para todos los dolores humanos,
Sólo hay un camino que conduce hacia los ciclos,
Este camino es: humana compasión y amor.
--Max Heindel

ver vídeo: CREDO o CRISTO

*
del libro Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel

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CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS

CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS
Max Heindel

Departamento de Curacion de The Rosicrucian Fellowship

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lunes, 26 de julio de 2010

Enfermedades del corazón




Enfermedades del corazón
pág. 312

Como el corazón es el asiento de la vida física, su regente natural es el Sol.
El signo solar es Leo. Pero es una equivocación suponer que la palpitación del
corazón sea necesariamente producida por una aflicción del signo Leo.

Indudablemente hay muchos casos en los que la indulgencia extrema del apetito
indicado por el signo Cáncer dilata el estómago, el cual oprime al corazón y
entonces la persona cree que sufre de este órgano. Esto fue el caso con los
horóscopos 17 y 18; ambos creían que la afección de su corazón era la causa
principal de su enfermedad, aunque en realidad su afección cardíaca era
solamente uno de los efectos.

Pero el horóscopo número 3 nos presenta un caso de debilidad orgánica del
corazón. El Sol está en su hogar en el signo fijo de Leo, y recibe una cuadratura
de Saturno, el recolector; así, pues, es evidente que el corazón era un eslabón
débil en la constitución de tal persona y que con el tiempo produciría alguna
dolencia, a menos que se opusieran los medios para evitarla. Desgraciadamente,
por supuesto, los padres conocían menos astrología hace una generación que
actualmente, cuando esta ciencia está haciéndose palpable para todos. La
energía, de la cual este horóscopo estaba pleno, se permitió que se despilfarrase
sin freno alguno y sin que se parase a pensar siquiera el desastre que se
avecinaba.

Venus y Júpiter, los planetas que rigen la circulación venosa y arterial,
están en oposición. Venus está en Géminis, el signo de los pulmones, y cuando el
Sol progresó hasta formar una cuadratura con el lugar ocupado por el Venus
radical, y Urano transitaba la casa sexta, comenzó la enfermedad; la respiración
empezó a hacerse laboriosa y difícil como está indicada por la cuadratura del
dador de vida con los pulmones. Urano en oposición con el lugar natal en Cáncer,
produjo el movimiento convulsivo conocido como tos del estómago y de este modo
la enfermedad, durante muchos años robó a este hombre su energía vital; pero
estas afecciones pasaron y debido a un modo de vida atento y racional, su
organismo se vio libre de las afecciones experimentadas. Aún más, el sufrimiento
de su alma ha producido un desarrollo de ella que no hubiera sido posible obtener
de ningún otro modo.

El horóscopo número 19 nos presenta otro caso de enfermedad del
corazón. El Sol y Neptuno están en conjunción en la casa octava y en oposición
con Marte. Como esta conjunción está en el signo Géminis y en la casa de la
muerte, es fácil prever los acontecimientos. La energía dinámica de Marte
destruye todo lo que toca, acelera el movimiento, produce palpitaciones, etc. El
Sol y Neptuno en Géminis señalan la verosimilitud de una hemorragia pulmonar,
resultante de la sobreactividad del corazón. La Luna y Saturno en Leo señalan el
paso obstruido de la sangre porque la nota clave de Saturno es la de obstrucción y
retardación, y de este modo las válvulas del corazón se hacen débiles y el flujo
regresivo de la sangre, llamado regurgitación, toma lugar. Leo rige también la
espina dorsal, y las configuraciones maléficas en ésta producen las jorobas y
deformidades semejantes.

El horóscopo número 20 es la figura de un muchacho hermosísimo, bien
formado y saludable, que quedó afligido con la desviación de la columna vertebral.
Aquí nosotros encontramos la Luna en conjunción con la Cola del Dragón en la
casa duodécima y en cuadratura con Saturno y Urano en Escorpio. A los cinco
años de edad la Luna había progresado a la cuadratura de su lugar al nacimiento
y esto y la conjunción de Saturno y Urano en Escorpio produjeron esta
deformidad. Después de sufrir ocho años de tortura murió, habiendo sido llevado y
traído de un dispensario a otro y tratado como un caso de experimento por todos
los médicos. Cada doctor probaba en él una nueva cura y el enfermo sufrió los
emplastos de yeso durante varios años sin ningún resultado ni propósito. La
madre del desgraciado está representada por Neptuno en conjunción con Marte
como un carácter descuidado y con hábitos disolutos, y para ella era de gran
consuelo el encontrar la ocasión de colocar a su hijo en cualquier lugar con tal de
no verse en la necesidad de cuidar de él. El muchacho murió cuando la Luna
había progresado hasta la oposición a su lugar al nacimiento, hallándose también
entonces en cuadratura con Urano y Saturno.

***

del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

Afecciones estomacales




Afecciones estomacales
pág. 311

El horóscopo número 17 nos presenta una serie de enfermedades, pero
todas ellas tienen su asiento y raíz en un apetito insaciable estimulado por el
hecho de que la persona envuelta es un jefe de cocina profesional. Venus en
Tauro da discernimiento en la alimentación, y el sextil de Mercurio en Cáncer
causa que la mente se oriente en la dirección de la preparación de platos que
halagan el paladar. Pero la Luna, siendo el regente de Cáncer, el signo saliente, la
cual tiene dominio sobre el estómago, indica que la indulgencia en la satisfacción
de su apetito ocasionará un desastre. El estómago dilatado oprime el corazón, del
cual el Sol, nuestro dador de vida, es el regente. Este planeta está en Géminis, el
signo que tiene dominio sobre los pulmones y en cuadratura con Marte en Piscis.
Marte gobierna el hierro de la sangre y el Sol nos da el oxígeno, de modo que esta
cuadratura nos indica que la sangre estará falta de tal elemento dador de vida.

La conjunción del Sol con Urano en Géminis produce la moción
espasmódica de los pulmones y hace más laboriosa la inspiración para obtener el
oxígeno suficiente con cuya función se suministra este elemento al sistema y,
como consecuencia de todo esto, se produce el estado conocido como asma.

Saturno y Júpiter están en Virgo, el cual rige el abdomen, en cuadratura con el Sol
y Urano en Géminis indicando la falta de circulación y una tendencia hacia
protuberancias ulcerosas, habiendo también una falta general de nutrición en todo
el organismo, debido a la gran cantidad de energía solicitada para eliminar los
desechos y materias extrañas de las cantidades enormes de alimento que esta
persona consume. Por triste que parezca, las personas que tienen esta profesión
hacen protestas de que ellas no pueden evitar el probar los platos y que a
despecho de todas las enfermedades ellas deben comer con exceso. A pesar de
todo esto, sería muy prudente que estas personas buscasen otra profesión y
obligasen a su sistema a ser moderado en la alimentación.

En el horóscopo número 18 tenemos la configuración natal de otro jefe de
cocina y sus características son semejantes a las del horóscopo acabado de
mencionar. Cáncer, el signo del estómago, está saliendo con Marte y el Sol muy
cercanos al Ascendente; de este modo las fuerzas de este individuo serán
dirigidas principalmente hacia el estómago y la posición de la Luna señala
resultados desastrosos eventuales por satisfacer su apetito codicioso. El Sol es
vida y movimiento, Marte es energía dinámica, y la actividad excesiva centrada en
el estómago para producir la digestión causa que este órgano esté inflamado. La
Naturaleza no es un constructor jeremíaco; ella construye substancialmente y
bien; nuestros cuerpos nunca podrán resistir los abusos que nosotros les
obligamos a cometer, sino que el organismo más saludable tendrá que ceder y
doblegarse con el tiempo ante estos excesos horrorosos. Como está indicado por
el Sol y Marte se desarrolló una úlcera por el calor interno que actuando sobre el
estómago aligeró a esta pobre alma de su cuerpo deteriorado. Neptuno en Tauro,
el signo del paladar, fue también, como es natural, un factor contribuyente. No
obstante, no debe suponerse que todo aquél que tenga a Cáncer saliendo, o
muchos planetas en este signo, es irremisible que muera de la enfermedad a la
cual ha dado nombre, pero debe ser una parte del conocimiento y prudencia para
educar a nuestros hijos que tengan tales configuraciones, para que se abstengan
de sobrealimentarse, porque es un axioma que hay más personas que mueren de
sobrealimentación qué por falta de alimentos.

***

del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

Afecciones pulmonares




Afecciones pulmonares
pág. 310

El horóscopo número 15 es la figura de una mujer que, entre otras cosas,
estaba afligida con una afección pulmonar.

Virgo está saliendo y Mercurio, el regente, está en trígono al nacer, pero
desgraciadamente está en combustión, término que ha sido explicado
anteriormente y que significa que el Sol quema el rayo de cualquier planeta
colocado muy cerca de aquél. Esta enfermedad no era congénita, sin embargo,
aunque la Luna estaba en cuadratura con el Ascendente. Pero las personas de
Virgo, según hemos visto, están muy contentas con estar enfermas y cuando
tienen una simple enfermedad la aumentan y multiplican, y se oponen a que la
enfermedad las deje. La cuadratura de Neptuno en Aries con Urano, produjo el
baile de San Vito próximamente a la edad de cuatro años cuando la Luna, alcanzó
la conjunción de Saturno (el cual está en los 21:15 grados de Capricornio) y la
oposición con Urano. Esto fue el comienzo de su enfermedad. Esta mujer se
consideró a sí misma como una persona inválida y cuidó y atendió
extraordinariamente su enfermedad. Saturno en oposición con Júpiter aumentó
esta dolencia restringiendo la circulación arterial. A la edad de la pubertad la Luna
estaba en Géminis, en oposición con el punto que ocupaba al nacer; esto excitó la
cuadratura mencionada anteriormente entre la Luna radical y el Ascendente y
produjo también que los períodos menstruales fuesen irregulares y molestos. La
sangre debe tener una salida y la cuadratura de Neptuno con Júpiter en Cáncer,
que gobierna el estómago, produjo las hemorragias cuando la Luna se puso en
conjunción con la Cola del Dragón en Sagitario (el signo opuesto de Géminis), y la
cuadratura radical del Ascendente y la Luna se manifestó nuevamente. Entonces
también los pulmones quedaron afectados. En abril de 1909 la Luna progresada
se puso en cuadratura con las posiciones natales de Saturno, Júpiter y Urano.
Esta fuerza enemiga actuando desde la casa de la muerte, la casa octava, terminó
la vida de esta infeliz.

Como quiera que nosotros creemos que esto no puede ser nunca
suficientemente reiterado, repetimos nuestra advertencia a los estudiantes de que
nunca dejen conocer a un paciente que existe algún peligro cerca, o que se
aproxima una crisis, especialmente si el paciente es nativo de Virgo, porque con
éstos no se tiene ocasión de obrar bien en absoluto aunque se vea lo que se
aproxima.

El horóscopo número 16 señala la configuración natal de una actriz,
Sagitario está saliendo; Júpiter y la Luna están en conjunción cercana en Géminis,
un signo mercuriano, y están por un trígono con el Sol: de modo que esta persona
tenía una constitución muy robusta al nacimiento, por lo menos en lo que respecta
a los pulmones. Marte y Mercurio están también en un signo de aire dando
energía a la respiración y, por consecuencia, indicando que esta persona parecía
que estaba singularmente resguardada contra afecciones pulmonares. Pero
Saturno, Neptuno y la Cola del Dragón en Tauro, en la casa sexta, daban la
tendencia hacia los resfriados y hacia la contracción de la garganta. Urano en
Virgo produce movimientos convulsivos del diafragma y de la región abdominal;
este planeta está en cuadratura con Júpiter y la Luna y de este modo podemos ver
cuan gráficamente la escritura estelar pinta las tendencias hacia la tos convulsiva
y hacia las hemorragias que casi llevaron a esta muchacha a una muerte
prematura, cuando Marte, por progresión, entró en conjunción con el Sol radical y
vivificó la influencia de la cuadratura con Saturno. Nosotros tenemos infinita
alegría por poder decir que los buenos aspectos mencionados primeramente
permitieron a esta artista el hacer frente a la tormenta; pero una atención
cuidadosa con su alimentación, una vida regular y sobre todo una absoluta
continencia se requiere para volver a ganar la robustez física total, porque hay
muchos indicios que señalan que la vida disoluta jugó una parte importante en la
reducción de las fuerzas vitales, cuyos excesos le robaron la fortaleza necesaria
en el período crítico.

***

del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

Desórdenes de la mente




Desórdenes de la mente
pag. 305

Antes de dar por terminada la discusión de las enfermedades peculiares de
la cabeza, debemos hacer mención de la locura, aunque las causas subyacentes
pueden ser únicamente apuntadas en un trabajo de esta índole, pero el estudiante
queda remitido a nuestro Concepto Rosacruz del Cosmos para la explicación
detallada y completa de las agencias cósmicas que intervienen en la construcción
del cerebro, y una clave de las correspondencias astrológicas, toda vez que aquí
damos, solamente los puntos esenciales.

El cerebro y la laringe fueron construidos primero por la hueste angélica de
la Luna, la cual empleó parte de la fuerza sexual con tal objeto y aquí estriba la
razón de la íntima conexión entre estos órganos. El “lunático” se forma a menudo
por el mal uso de la fuerza sexual, y a las personas que tienen este desequilibrio
se les nota frecuentemente algún tartamudeo o defecto en el habla. Cuando el
muchacho llega a la pubertad cambia la voz; asimismo el timbre de voz de una
mujer prostituida se hace grosero y carrasposo y los hombres degenerados
adquieren voces afeminadas. En Italia algunos cantantes, deseosos de poseer
una voz de tenor elevada, se han hecho castrar para alcanzar tal objeto.

En el sistema construido por la hueste lunar dirigida por Jehová, los ángeles
rebeldes acaudillados por Lucifer, el Espíritu de Marte, se abrieron paso e
inculcaron en él la pasión, el abuso sexual y la rebelión contra la regencia de los
ángeles de Jehová. Para neutralizar o disminuir su influencia, nuestros Hermanos
Mayores de Mercurio fueron comisionados para impulsar la razón que con el
tiempo debía enseñar al hombre a guiarse a sí mismo.

Todas las grandes jerarquías actúan en nuestros cuerpos constantemente,
pero las tres que acabamos de mencionar tienen dominio especial sobre el sexo y
los sentidos y cada una de ellas manipula uno de los tres segmentos de la espina
dorsal. La sublime jerarquía espiritual de Neptuno trabaja en el canal espinal y los
ventrículos cerebrales para despertar los sentidos espirituales que, cuando se
desarrollen, permitirán al espíritu aprisionado romper el velo de la carne y ponerse
en contacto con los reinos suprafísicos. Los Espíritus de Lucifer dominan al
hemisferio cerebral izquierdo, que actualmente es nuestro órgano principal de
pensamiento. Los Señores de Mercurio tienen dominio sobre el hemisferio
derecho, el cual se pondrá, en actividad en el futuro y elevará a la humanidad a un
plano de la vida más noble y superior dándonos poder sobre la naturaleza inferior
y nos hará a semejanza de Cristo. Los ángeles lunares tienen regencia indiscutible
sobre el cerebro, que es el instrumento de la coordinación. En este verdadero
“Árbol del Conocimiento” se mantiene la lucha entre las fuerzas que persiguen la
emancipación del hombre y las entidades y agencias que anhelan tenerle en
dependencia, como está explicado en la conferencia número 14, que lleva por
título: “Lucifer, ¿Tentador o Benefactor?”, de la serie Interpretación Rosacruz
del Cristianismo.

Tales son las enseñanzas que señalan la razón profunda de las
manifestaciones astrológicas y cualquier vidente capacitado puede percibir
fácilmente las distintas agencias trabajando en el cuerpo humano. Estos hombres
son pocos, por supuesto, y el estudiante de la astrología tiene fundamentos para
dar gracias a Dios desde le fondo de su corazón por haberle deparado
oportunidad de conocer esta bendita ciencia, que es de un beneficio mayor que
cualquier otro medio de vista espiritual.

Aunque los autores tienen la firme creencia en la ley de la compensación,
que da a cada uno exactamente lo que gana, ni más ni menos, no nos podemos
librar de la sensación que sentimos que nuestra medida de facultades espirituales
ha quedado postergada y disminuida. Nosotros nos sentimos muy agradecidos por
el privilegio y el aumento de utilidad para el servicio que esto nos proporciona. Sin
embargo, si se nos pusiera en la alternativa de elegir entre la pérdida de las
facultades espirituales o de nuestro conocimiento de astrología, nosotros no
vacilaríamos, decidiéndonos inmediatamente en favor de nuestra adorada ciencia;
determinación que no debe sorprender a nadie que medite un momento sobre el
asunto.

Es cierto que la vista espiritual, aun en su forma rudimentaria, permite ver el
estado del cuerpo humano hasta en, sus detalles más diminutos y esto ofrece un
medio mucho más fácil de diagnóstico que la astrología; pero aunque esta facultad
penetra hasta la médula de los huesos, la mera clarividencia es superficial
comparada con la astrología, porque aquélla nos indica solamente el estado actual
del cuerpo. Para encontrar las causas que nos conducen a tal estado y para que
podamos juzgar las tendencias futuras es necesario consultar la Memoria de la
Naturaleza. Esto debe hacerse personalmente y como el tiempo material no nos
permite hacerlo, puesto que tenemos que tratar a cientos de casos, nos resarce
cumplidamente para el caso una simple figura astrológica, la cual podemos
comisionar que la haga uno de nuestros estudiantes, y cuyo examen nos revela tal
estado a una simple ojeada. En ella están delineadas las causas de los
desórdenes mentales, morales y físicos; y señala certeramente los estados que
hemos sufrido y las crisis que faltan por venir aún. Asimismo indica la dirección en
la que puede buscar un remedio para las dolencias y el momento más favorable
para administrarlo. Así, pues, la astrología presta una ayuda eficaz en todo
momento y el astrólogo que vive y utiliza honradamente este privilegio tiene una
misión tan elevada y tan santa que el oficio de sacerdote (en un sentido esotérico)
palidece comparada con ella.

El estudiante y lector de este gran conocimiento debe grabar en su
conciencia y en su mente que cuando mira un horóscopo está en un terreno más
santo que Moisés cuando estaba ante el matorral ardiendo. Por medio de aquel
círculo simbólico del infinito se desnuda ante nuestra vista un alma inmortal y
desgraciado de aquél que se atreve a mirarlo o contemplarlo can miras bastardas
y profanas pues no importa el modo en que tal alma pueda haber quedado
mancillada en su peregrinaje a través de la materia, es esencialmente divina y
querida de igual modo para nuestro Padre, y aún quizás mucho más preciosa que
la del justo que no necesita misericordia ni compasión.

Esto ha sido una digresión de la materia por nuestra parte, pero no nos
sentimos culpables y, por lo tanto, sin que tengamos que pedir disculpas por ella,
toda vez que nosotros consideramos a la astrología como una religión y sentimos
la necesidad de recalcar y hacer patente esta fase de la misma que está en estos
momentos en sazón, y si por algún medio nosotros pudiéramos inculcar en
nuestros lectores la reverencia que sentimos por esta ciencia divina, no
titubearíamos en hacerlo.

Volviendo al estudio astrológico de la locura y en vista de lo que hemos
dicho, podemos indicar el medio por el cual el horóscopo señala en el canal
espinal los rayos mezclados de las diversas jerarquías, y la astrología define las
condiciones mentales resultantes del modo que sigue:

Las personas afectadas no congénitamente, que tienen signos cardinales
saliendo, especialmente si al Mediocielo y al nadir afectan signos cardinales o
fijos, raramente se vuelven locas. La activa naturaleza impide las tendencias
morbosas, y la melancolía y los disgustos y sinsabores son rechazos rápidamente
y la esperanza se manifiesta eternamente en el pecho del nativo de un signo
cardinal, impeliéndole a la renovación de la lucha contra las adversidades. Se dice
que la excepción forma la regla y en este caso también, pues cuando Capricornio
sale, su regencia saturnal da tendencia a la melancolía que bajo ciertas
circunstancias agravantes puede provocar el suicidio, especialmente cuando el
regente está colocado en la casa octava como lo vemos en el horóscopo número
12. Virgo, un signo común, desprovisto de fibra moral, encierra al Sol, Saturno,
Venus y la Luna en esta casa de muerte, esto roba a la persona la alegría de vivir
y la impele a terminarla en momentos de desastre y de dolor. El conocimiento por
parte de un amigo astrólogo ha predicho muy hábilmente esta calamidad y
esperamos fundadamente que se pueda salvar a este pobre hombre de cometer
tan grave crimen.

Cuando al nacimiento de un niño normal sale un signo fijo, la oportunidad
de locura en la última parte de la vida es tan excesivamente remota que puede
descontarse completamente, especialmente si se halla en el Mediocielo un signo
fijo o un signo cardinal. En nuestra larga práctica nosotros no hemos visto una
excepción y la naturaleza inflexible, rígida y determinada de los signos fijos,
parece proteger a la mente en todos los casos de desastre.

Por lo tanto, se sigue de esto que el desequilibrio mental viene
principalmente de aquéllos que han nacido con signos comunes en los ángulos. La
naturaleza intrínseca de estos signos es la de Flexibilidad; como una pluma al
viento, las personas bajo estos signos están zarandeadas de un lado para otro por
las circunstancias; no tienen estabilidad ni vigor y los obstáculos las afectan
durante el tiempo que los sufren. El dolor parece que las domina y el equilibrio se
pierde fácilmente.

Es un rasgo característico de las enseñanzas Rosacruces el de que a los
discípulos del mundo occidental debe dárseles la razón y la prueba de cada aserto
con el objeto de anticiparse y evitar tanta crítica como sea posible, porque este
estado mental de la crítica retarda el desarrollo cuando domina al estudiante. Por
lo tanto, las enseñanzas Rosacruces se esfuerzan en anticiparse a las preguntas
en todo momento, facilitando las razones para cada uno de sus dictados, de modo
que el estado mental de la crítica pueda evadirse tanto como sea posible.

Nosotros estamos ardientemente anhelando por el día y el Reino de Cristo, el
Amigo del hombre; nosotros no sabemos cuándo volverá; ningún hombre lo
conoce, pero San Pablo dice que cuando Él vuelva, nosotros seremos como Él.
Las censuras y las críticas adversas y el escepticismo, no fueron rasgos de su
carácter y cualquiera cosa que tienda a desterrar estas características indeseables
precipita el día glorioso y feliz de la Fraternidad Universal.

En nuestro libro titulado “Astrología Científica Simplificada” se ha
señalado la razón de por qué el Ascendente rige el cuerpo en conjunto, diciendo
que este punto (o su opuesto) es el lugar ocupado por la Luna en el momento de
la concepción. En la Biblia se menciona a los ángeles como los heraldos del
nacimiento y su residencia lunar es el foco por el cual los espíritus entran en
nuestra esfera terrestre a su retorno a la vida física. Los ángeles configuran
también el molde etérico de nuestro instrumento actual y dirigen el desarrollo del
feto. Por lo tanto, el Ascendente y la Luna señalan las deformidades orgánicas que
conducen a los desórdenes mentales. El idiotismo congénito resultante de la falta
del ajuste debido entre el cuerpo vital y el vehículo físico, ha quedado descrito
ampliamente en el Concepto Rosacruz del Cosmos junto con las causas que
producen el mismo efecto durante la vida prenatal. Astrológicamente este estado
está producido por una aflicción del Ascendente, es decir, el lugar de la Luna en la
concepción, que arroja el ángulo del rayo estelar fuera del paralaje del cuerpo
materno, y el vehículo físico se construye de tal modo que la cabeza del cuerpo
vital queda algunas pulgadas por encima del cráneo. Por consecuencia de esto,
los centros de los nervios están desviados oponiéndose a que el Ego controle su
instrumento debidamente. Esta es una de las configuraciones que producen la
idiotez y el baile de San Vito, y Urano y Neptuno tienen relación especial para
producir este último fenómeno.

Saturno es el planeta causante de la melancolía y de la depresión. Marte y
Urano producen las formas de la locura musculares y violentas. Los horóscopos
13 y 14 nos dan ejemplo de estas peculiaridades. El número 13 señala también la
conexión entre la pubertad y el estado mental. Géminis está saliendo con Tauro y
Marte interceptados en las casas sexta y duodécima respectivamente, de las que
vienen la enfermedad y las reclusiones. La Luna está en Tauro, que rige la laringe;
está también en conjunción con Neptuno, en cuadratura con Mercurio, y Marte
está en Escorpio que a su vez gobierno los órganos generadores. En todo esto
tenemos claramente las tendencias hacia una enfermedad que están acentuadas
doblemente por el hecho de que Neptuno en Tauro forma una cuadratura con el
Sol en Leo, y como Leo tiene regencia sobre el corazón y éste es el factor
primordial en la circulación sobre la cual depende la vida del cuerpo, vemos, pues,
que la enfermedad amenazante puede cristalizarse en una alteración de la sangre
que produzca un estado nervioso. La pubertad ocurre cuando la Luna está en su
cuarto opuesto al que ocupaba al nacer. Este satélite penetró en Escorpio, el
opuesto de Tauro, que le contenía al nacimiento, en el momento en que el nativo
tenía cerca de los doce años de edad.

Hasta aquel momento la niña había sido alegre y robusta, pero la
conjunción con Marte en Escorpio precipitó el período y robó a la niña la vitalidad
que es tan necesaria en aquellos momentos. Los períodos iniciales fueron pocos,
pero la dejaron exhausta de fuerza para resistir la cuadratura de Mercurio y la
oposición de la Luna a su lugar radical. (El lugar radical de un planeta es la
posición que ocupa al nacimiento). Esta aflicción de Mercurio, el regente, con la
Luna, al nacimiento, fue excitada y como consecuencia de ello, la locura se
manifestó. Como quiera que la aflicción viene desde signos fijos podemos juzgar
que es imposible dominar este estado y lo mejor que nosotros podemos hacer por
esta pobre alma es rogar a Dios por el día de su libertad, para que pueda tener
mejores ocasiones de desarrollo en un renacimiento futuro.

El número 14 es el horóscopo de un adolescente varón. El signo común
Géminis está saliendo y el regente, Mercurio, está en la casa octava, la casa de la
muerte; Urano y la Luna están en oposición con Mercurio. Esta configuración es
semejante a la del número 12 y tiene el mismo significado, es decir, tendencias
suicidas motivadas por un esfuerzo nervioso y este augurio es muy peligroso
cuando se manifiesta por signos fijos. Marte y Neptuno en Tauro dan deseos por
la bebida y el Sol en un signo acuático acentúa esta tendencia. Bajo tales
circunstancias este hombre ha intentado varias veces el poner fin a su vida de los
modos más extraordinarios. Júpiter en Sagitario, en cuadratura con Saturno en
Piscis, aumenta la relajación de su moralidad y le hace deshonesto. Este sujeto
falsifica y roba con objeto de tener medios para satisfacer su pasión y anhelo por
la bebida rodeándose de una sociedad censurable. Leo en la segunda casa, con
Urano y la Luna en conjunción casi exacta, indica que el nativo gasta lo que cae
en sus manos en una vida disoluta.

Hay un rasgo redentor en el horóscopo: Venus en el Mediocielo en sextil
con su regente y en trígono con la Luna. El nativo tiene energía y capacidad
artística que según se espera, puede con el tiempo elevar las mejores cualidades
para hacer de él un hombre. Pero repetimos otra vez que con la aflicción desde
signos fijos el obstáculo es casi insuperable.

En conclusión, la atención del estudiante debe concentrarse en las casas
tercera y novena, que tendrán también una influencia sobre la mente. Los planetas
en ella actúan con arreglo a la naturaleza intrínseca expresada en las notas-clave
de cada uno de ellos.

***

de libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

Enfermedades de los órganos vocales




Enfermedades de los órganos vocales
pág. 304

Entre las materias afines para dominar totalmente el conocimiento de la
astrología se hallan los efectos semejantes de los factores opuestos intrínsecos;
Saturno es conocido como maléfico y Júpiter como benéfico, pero cuando Saturno
está bien fortificado en un horóscopo” surte unos efectos excesivamente
deseables y un Júpiter afligido es precisamente el reverso de la bondad; de modo
que existe un lado “bueno” para todo planeta motejado de “malo” y también cada
planeta “bueno” tiene su fase “indeseable”.

Los signos del Zodíaco se dice que gobiernan determinadas partes del
cuerpo, pero también cada signo tiene dominio subsidiario sobre la parte
gobernada por su signo opuesto; una aflicción. Tauro gobierna la garganta, tiene
una gran simpatía y afinidad con Escorpio, el signo que gobierna los órganos
generadores, y ésta es la causa de que se presente el cambio de voz en los
muchachos al llegar a la pubertad, y de que la mujer, cuando olvida el camino de
la castidad y vive una vida de orgía y corrupción, adquiera una voz grosera. Tauro
gobierna la laringe, pero Mercurio rige el aire que excita la vibración de las
cuerdas vocales; así, pues, la aflicción orgánica está indicada por la aflicción de
Tauro y Escorpio, pero la incapacidad funcional por la posición y aspecto de
Mercurio.

Hay una relación idéntica entre Tauro (rigiendo los órganos vocales) y
Mercurio (rigiendo el aire que pasa por la laringe), como la que existe entre el
instrumento y el músico que lo toca. Si Tauro (y Escorpio) no están afligidos, el
órgano vocal está en buen estado, pero un Mercurio afligido puede, no obstante,
causar un desorden en el funcionamiento del órgano de la palabra. Puede ocurrir
también lo contrario, es decir, que un Mercurio bien fortificado domine
parcialmente el efecto de la aflicción de Tauro. Esto está bien demostrado en el
horóscopo número 9; Saturno, Neptuno y el Sol están en conjunción en Tauro que
producen una afección a la garganta, pero Mercurio está en un signo de voz,
Géminis (Libra y Acuario son los otros signos de la voz) y en conjunción con
Júpiter. La señora en cuestión sufre constantemente de afecciones a la garganta,
pero así como un buen músico extrae melodías de un instrumento defectuoso, así
también, por la ayuda de su Mercurio bien colocado, esta mujer es capaz de
expresarse mejor que muchos cuyos órganos vocales están sanos, y en efecto,
esta señora enseña declamación.

El horóscopo número 3 tiene un Mercurio bien fortificado; no hay aflicción
con Tauro o Escorpio y el caballero a quien se refiere tiene una poderosa voz
capaz de resonar en las salas y teatros mayores sin ningún esfuerzo, y, sin
embargo, sin que sea demasiado ruidosa para los pequeños; pero Mercurio en
Leo, un signo bestial, y Saturno en Libra, un signo de voz, tienen un efecto
obstructivo para la vocalización perfecta y, por lo tanto, nuestro caballero tiene en
ocasiones una cierta vacilación o tartamudeo al hablar.

Se sigue de esto, como es consiguiente, que la incapacidad del habla está
remediada más fácilmente que aquéllas que son orgánicas; la paciencia, la
práctica vocal y los ejercicios de respiración tales como los que los profesores de
canto indican (estos ejercicios son enteramente diferentes de los peligrosos
ejercicios de respiración hindúes), es casi seguro que restablezcan las
condiciones normales.

Los horóscopos números 9, 10 y 11 tienen en Saturno y a Neptuno en
conjunción con Tauro, y como consecuencia de ello, todos tienen afecciones a la
garganta y también desórdenes en los órganos genitales. Los números 10 y 11,
ambos, han sufrido operaciones para la extirpación de ciertas partes y Mercurio en
Escorpio centra los pensamientos del número 10 sobre el sexo, causándole tortura
intensa, puesto que le es imposible el satisfacer su pasión. Saturno en un signo
fijo es seguro que será un doloroso afligente, el recolector de los frutos de una
vida pasada, y si esta persona debe tener algún solaz, este consuelo debe venir
como consecuencia de un conocimiento de la causa, seguido de la oración y la
paciencia generada por la misma.

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del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

Enfermedades de los oídos




Enfermedades de los oídos
pág. 302

La casa duodécima nos indica las influencias confinadas de la vida,
Mercurio en ella en conjunción con el Sol limita al espíritu y la sordera impide su
busca en pos de conocimientos. Lo mismo ocurre si Saturno, Marte, Urano o
Neptuno afligen, y también cuando los signos mercuriales, Géminis y Virgo, están
en la cúspide de la casa duodécima con Mercurio afligido (no importa dónde esté
colocado en el horóscopo). Insertamos aquí horóscopos de personas que están
sufriendo de esta enfermedad y el número 7 es la figura de una mujer que está
gradualmente perdiendo su oído. Mercurio, Venus y el Sol están en conjunción
cercana en Piscis, el signo duodécimo, el cual está también en la casa duodécima.
La sangre, la linfa, el fluido invisible llamado “fuerza nerviosa” por la ciencia, son
los constructores de nuestros cuerpos; cada planeta, excepto Urano y Neptuno,
tiene dominio sobre una de sus partes constituyentes.

Mercurio rige los nervios, especialmente el sistema cerebroespinal y el
fluido vital invisible de color rosáceo que fluye en la cubierta del nervio visible.
La Luna rige también los nervios en un sentido general, pero tiene especial
dominio sobre las cubiertas de los nervios del cuerpo, sobre el sistema simpático y
la linfa.

Júpiter gobierna la circulación arterial.
Venus rige la sangre venosa.
Marte rige el hierro de la sangre.
El Sol rige el oxígeno, y
Saturno tiene dominio sobre los depósitos minerales que arrastra la sangre,
los cuales son las causas de la arteriosclerosis y otras partes endurecidas del
cuerpo.

Cuando un planeta se halla en conjunción estrecha con el Sol, tres grados o
menos, se dice que está en combustión y su rayo está, por así decirlo, abrasado
por el calor terrible del Sol, y, por consiguiente, el planeta afligido no puede ejercer
su funcionamiento debidamente en la vida de la persona nacida bajo esta
configuración. Es también evidente que al igual que el eslabón más débil de una
cadena es el primero en romperse, así también se mostrará la enfermedad en la
parte del cuerpo afligida mayormente.

El horóscopo número 7 tiene a los planetas Venus y Mercurio en
combustión en la casa duodécima y, por lo tanto, podemos convenir que hay una
falta de fuerza nerviosa en el fluido vital y que la circulación venosa del oído está
obstruida. Así, pues, la congestión es inevitable, y esta facultad se embota cada
vez más. La osteopatía está preparada excelentemente para tratar con todo éxito
a un caso como éste; si la configuración ocurriera en un signo fijo, nosotros no nos
sentiríamos tan optimistas; pero la flexibilidad es la característica más saliente de
los signos comunes, por lo cual nosotros no vemos ninguna razón para que no
pueda alcanzar una cura completa con paciencia y persistencia.

Como ya hemos dicho, Saturno gobierna la materia mineral terrestre
transportada por la sangre; de la misma se forma el esqueleto y también las
concreciones de los tejidos blandos. Por lo tanto, el esqueleto está bajo el dominio
de Saturno.
En el horóscopo número 8, la incapacidad auditiva viene por medio de los
signos fijos, Leo y Escorpio; esto hace el remedio más difícil, especialmente
porque Saturno es el causante de la aflicción y arroja su rayo maléfico sobre
Mercurio desde un ángulo. La ciencia pensó un día que el tímpano era el único, o,
por lo menos, el factor principal del oído; pero ahora ha cambiado de opinión y
concibe que esta facultad depende tanto o más del armazón huesoso. La
naturaleza de Saturno es la de obstruir y como Escorpión gobierna los órganos de
excreción, podemos ver fácilmente que esta importante función está obstruida y
que los productos de desecho encuentran dificultades al pasar por los riñones y el
colon. Todo sistema, por consiguiente, se obstruye y como Mercurio en la casa
duodécima nos indica una debilidad de los oídos, es sencillamente natural suponer
que el nervio auditivo se embaraza también y las partes huesosas del oído se
hacen más densas con el curso del tiempo.
La leche agria tiene una influencia extraordinariamente buena
desembarazar y purificar un organismo obstruido. Muchas personas se rebelan
contra el uso de la leche en cantidad a la idea de que agrava el estreñimiento; esto
es cierto al principio, pero después de un poco de tiempo de uso el sistema
humano se acostumbra fácilmente a esta dieta que producirá una limpieza
especialísima, al mismo tiempo que es sana y nutritiva. Las verduras y las frutas
ayudarán también a la purificación de la sangre de una persona que tenga las
impurezas señaladas en el horóscopo número 8, eliminando las materias extrañas
y consiguiendo la cura con el tiempo.

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del libro "El Mensaje de las Estrellas" de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel